Soy yo, tal cual

"Somos lo que somos", que gran verdad, muchas veces sombras de algo, otras luces, otras reflejos, en general cambiantes, irascibles, amables, simpáticos, odiosos, felices o triste, pero siempre pase lo que pase, somos nosotros.

Soy yo, amable, educado, simpático, cariñoso, detallista, soy yo, egoísta, triste, apagado, duro, insensible, pero soy yo. No pido que nadie acepte como soy, ni mucho menos, pero tampoco lo escondo, no me serviría para nada, porque al poco de conocerme todo, lo bueno y lo malo, asoma. Soy una persona que valora la sinceridad pero que miente, que le encanta que confíen en el pero que desconfía, que adora la vida, pero que a veces piensa que para lo que es, mejor no vivirla. Siempre yo.

Valoro las cosas, eso no es malo, o quizás sí, si te paras a analizar, valorar, juzgar, analizar cada cosa, porque suceden dos cosas, primero, mientras haces todo eso, la oportunidad ha pasado, y segundo, le das importancia a cosas que no las tienen. Puedo pasarme horas esperando paciente, una palabra, una mirada, un gesto, pero si la palabra, la mirada o el gesto no es lo que espero, me paso horas preguntándome que ha pasado para no obtener lo deseado, y es entonces cuando asoma este yo. Torturado, triste, enfadado, celoso, envidioso, porque cuando todo el mundo ríe, siento deseos de llorar.  No estoy mal, al contrario cuando estoy así me siento lleno de fuerza de coraje, el que me da la rabia que siento, pero claro, las decisiones que tomo estando así, se diluyen como azucarillos cuando la cosa cambia. No haré esto mas, no me comeré la cabeza, no seré celoso porque no tengo motivos, no seré pesimista, voy a cambiar... ¡y una mierda! al final, cuando me tranquilizo después de hablar largo y tendido conmigo mismo, no hago nada de lo que digo, sigo haciendo lo mismo, pensando que todo es culpa mia, siendo celoso compulsivo, pesimista y me acepto como tal.

¿Quién soy?, buena pregunta, supongo que un término medio entre ambos, necesitaría encontrar el punto de equilibrio justo para definirme pero es difícil, porque me falta eso equilibrio. Hace ahora un año una etapa dura en mi vida hizo que envolviese mi alma un velo de silencio, la rodeó y como me sentía a gusto con ese velo lo deje arraigar y hacerse más fuerte. ¿Resultados? todo era más sencillo, las cosas rozaban el velo, rebotaban hacia la cabeza, el corazón, o el estomago, cuando hablaba las palabras salían de mi garganta, algunas sentidas desde mi corazón, pero mi alma seguía cubierta, a salvo. Nadie, nada la rozaba, estaba por fin en calma, a veces intentaba asomarme a ella, pero el velo se oscurecía y solo veía gris y negro. Y pasó el tiempo, los días, las semanas, y me acomodé, no sentía nada malo, así que debía ser bueno. Escribiendo en este blog liberaba mis pensamientos, mis cargas, decía como me sentía física, mental y anímicamente, pero dejé de hablar de mi alma. La olvidé.

Releyendo líneas escritas, palabras carentes de orden pero con mucho sentido, me he dado cuenta de que al dejar de escribir como cuando empecé a hacerlo muchas veces lo único que hacía era como un cartel luminoso que ponía "estoy enfadado, alejaros", o "estoy bien", pero en realidad nada mas, solo son palabras. Otras líneas salían de mi corazón, y esas me gustan, pero les falta "vida" porque cuando amo, o cuando odio, me gusta hacerlo desde el alma y no lo hacía. Hoy he recibido una visita, un ángel me ha hablado, en silencio siempre a mi lado, me ha susurrado que mi alma desea hablar, que quiere volver a sentir, que el velo que la protege, esta ahogándola, y que sólo la hace sufrir. Pacientemente, me he asomado, el velo eran casi cadenas, negras, férreas, y mi alma sólo una parte más de mi. Como pude retire los restos de lo que envolvía mi alma, y me quede en silencio, pensando.

Si por no sufrir, por no sentir, aíslo mi alma, ¿para qué quiero vivir?, sino me entrego en todo lo que hago o siento en cuerpo y alma, ¿para qué quiero seguir?, si no aprendo de mis errores y comprendo que por muy mal que este todo mañana siempre será otro día y que tal vez, sea peor que hoy, pero quizás sea mejor, sino uso las enseñanzas de la vida, la experiencia, el dolor, el calor, el color, el sentir, el latir, el pensar, el soñar, si no uso todo lo que tengo y todo lo que sé para aprender a ser mejor persona, ¿para qué hacerlo?.

No sé si con la oportunidad de expresarme de otra manera, conseguiré cambiar, si el cambio será a mejor o a peor, o si nada cambiará, si dejaré de comerme la cabeza, de ser pesimista o celoso, si dejaré de soñar despierto, o aprenderé a luchar por esos sueños, pero, hasta aquí puedo decir, un no lo sé, pero lo sabré, porque no soy cómodo, no soy miedoso y no soy tonto, y sé que si las cosas salen del alma pueden ser tristes o alegres, pero son tu realidad, tu verdad.

Hace ahora poco menos de un año emprendí un viaje, en este blog he ido dejando líneas, palabras, sentimientos, lagrimas, sueños, y  me dejé una parte de mi, ahora, la recupero para seguir, porque sin ella sólo soy medio yo, porque sin mi alma, sin mi manera de sentirme al escribir, podría escribir tantas líneas como llevo ahora, dando vueltas a las cosas, sin saber cómo decir lo que intento explicar...

"yo soy yo".